Llegar por fin al nuevo lugar de viaje, ¡no hay manera de explicarlo! El cerebro, el cuerpo y el corazón estallan. Todo al mismo tiempo y en todas partes. La emoción y la adrenalina que producen es inexplicable y se traduce en felicidad. Horas de vuelo o trayecto terrestre, hacer el check-in y luego todo el tiempo por delante en nuestra estancia para convertirnos en exploradores. ¡La aventura nos aguarda!
Sin embargo, si no hiciste el itinerario con antelación, previa investigación o medianamente una estancia organizada; podría convertirse en un caos. Perderte puntos de interés importantes, museos con boletos agotados, teatro con entradas caras y un sin fin de etcéteras.
¿Entonces por dónde comenzar? Cuando vas en un paseo organizado generalmente iniciarán al día siguiente de tu arribo con un tour por los puntos de interés de la ciudad explicándote todo. Te dirán a detalle la importancia de los sitios en relación con su contexto cultural, histórico y mundial. En ese caso, tal vez, no haga falta preocuparse tanto. Sin embargo, aún así, llevar una idea previa o algo de información puede aportar.
Ahora si la visita es por tu cuenta, insisto aún más en empezar con una excursión por la ciudad ya sea en vehículo o con los famosos walking tours que se han hecho muy populares en los últimos años. Hay de paga o gratuitos, pero dejando una propina. Estos recorridos te pondrán en contexto, conocerás la historia e importancia de la ciudad y así tomar nota de lo que realmente deseas ver. Generalmente tienen una duración entre dos y cuatro horas.
Las compañías Viator, Civitatis, Get Your Guide, Guru Walk, Free Walking Tours, entre muchas otros; ofrecen múltiples opciones y hasta tours muy específicos. Los llamados recorridos temáticos. Por ejemplo, en Cartagena tomé uno sobre la literatura de Gabriel García Márquez en el que visitamos lugares inspirados en algunos de los libros del autor. En Tailandia hicimos un trayecto por puros templos. También en Indonesia de las mejores playas en Nusa Penida. Actualmente me interesa hacer la Ruta de Drácula que contempla Hungría, Rumania, Bulgaria y Serbia; es una aventura muy literaria y viajera al mismo tiempo. Por más extravagante que lo consideres los hay únicamente de cervezas, vinos, postres, museos, monumentos históricos, senderismo, bares, lugares raros, cementerios, locaciones de series y películas, etc.
Lo primero que hago es reservar desde casa y con fecha en mano, para asegurar el inicio con la información básica y, de ahí partir, a visitas más definidas de acuerdo a mis tiempos, intereses y deseos. Esto te acercará al objetivo de optimizar tu aventura.
Siempre divertirnos y gozar en unas vacaciones a algún lugar soñado es lo más importante. Pero también lo es aprender algo o mucho de la cultura e historia. Nunca será lo mismo conocer un lugar del que se sabe el porqué está ahí “eso tan bonito o interesante” y de su importancia. Aprender es parte del viaje. Valorar su gente, sus costumbres, su comida abona un extra a tu experiencia.
Con la facilidad para viajar hoy en día y la presencia de las redes sociales con su desesperada exposición por lo bello e interesante; es común ver fotografías de lugares fantásticos donde muchas veces los visitantes no tienen idea de su importancia y, sólo porque es bonito o está de moda, se hacen la sesión fotográfica completa.
Siempre insistiré en que el éxito de tu paseo, será con un mínimo de investigación antes de subirte al avión para ubicarte en el contexto cultural, histórico y social. Algunas cosas te llamarán la atención y, otras por importantes que sean, no te interesarán. Y es válido. Tú eres el que vivirá la experiencia.
Disfruta de tu viaje, pero también aprende de él. Será mucho más enriquecedor combinar las dos cosas.
¡Feliz aterrizaje pasajeros! Nos vemos en la próxima.
Gabriela Casas